Miércoles 15 de
Noviembre de 2017
Arroyo Ventana – Playas Doradas
Arroyo Ventana – Playas Doradas
Escuchamos llover toda la noche. Hice fiaca hasta que me
cansé y dije listo.. Arranco con lluvia.. Voy a terminar esta travesía como
sea.
Salgo afuera y un regalito, no llueve más. Esta fresco,
cruzo el rio y me mojo las zapas, más
frio lpm.
A darle rosca que son casi cien hoy. Un camino de subidas y
bajadas laaaaargas y sospechando todo el tiempo de cuándo es la gran bajada
hacia el océano. Toda una ilusión.
Me cruzo con los de Vialidad que los había visto en Cona, me tocaban bocina eufóricos. También en una de las paradas frena un estanciero que me pregunta que estabamos haciendo. Le contamos dónde paramos y se lamenta de no habernos visto antes para invitarnos a quedarnos en su Estancia. Será la próxima.
Me cruzo con los de Vialidad que los había visto en Cona, me tocaban bocina eufóricos. También en una de las paradas frena un estanciero que me pregunta que estabamos haciendo. Le contamos dónde paramos y se lamenta de no habernos visto antes para invitarnos a quedarnos en su Estancia. Será la próxima.
Mates por medio luego de unas cuantas subiditas y asomo por el camino de tierra a la majestuosa ruta nacional número 3. Me doy cuenta por la cantidad de camiones que pasan.
A pocos km llegamos a la estación de servicio de Sierra
Grande donde comimos algo y luego a pedalear los últimos km a Playas Doradas.
La ruta está casi toda pavimentada. Con empuje, firme y ansioso por llegar.
Algo de tierra, los infaltables serruchos, una curva, otra curva, arena y asoma el mar.
Ahí estaba, el Atlántico.
De la calle que lleva al mar, paso de largo a fondo a la
playa. Sigo hasta el mar, sin bajarme de la bici. Toco el agua, hago el ritual
de volcar el agua del Pacífico para que se mezcle con la del Atlántico y fin de
mi travesía, un sueño de muchos años hecho realidad. Nunca es tarde para comenzar, siempre si lo
deseamos es posible. Dos Océanos -
Patagonia.