Día 4


Miércoles  8 de Noviembre de 2017
Bariloche – Pilcaniyeu Viejo


Una noche a los saltos. Mucha emoción el día anterior.  Amanece y un ruido a frenada de colectivo en su parada hace q despierte. Estaba a unos metros de la Bustillo. Miro alrededor por la ventana y un jardín hermoso mantenido por  la propia Katy con más de 80 años y una historia de vida increíble. 


Desayunamos, manguereada a la bici, aceite en la cadena y a rodar. Viento en la espalda y avanzo por la Bustillo sin alforjas. Tantas veces que la transité y ahora me tocaba hacerlo en bici, quien lo diría.
Pase a fondo por el centro cívico de Bari y ni una foto me saqué. Seguí  hasta Dina Huapi. 



Hicimos unas compritas de último momento en el SuperTodo  y de cabeza en la 23. La línea Sur arrancaba con muchas subidas, kilómetros mal señalizados que me hacen dudar de mis cálculos. Igual sigo y con bastante hambre deseo esperanzado llegar al puente de Pilcaniyeu.
Lo veo. Hacemos almuerzo de lujo bajo el puente. Continúo aprovechado las bajadas hasta llegar a Pilcaniyeu. Paso de largo y a unos 20 km estaba la famosa escuela de Pilcaniyeu viejo donde tenía pensado parar para dormir. Estaba cerrada. 


Me arrimo a un puesto de campo y Don Torres nos ofrece un lugar para acampar. Muy lindo lugar, con agua y al reparo del viento. La temperatura bajó bastante. 


Fueron 103 y todo marcha según el plan. La Línea Sur (vias) de vez en cuando cruza la ruta y los paisajes van cambiando, pero todo muy de película y el viento que por momentos  se toma un descanso.  Siga soplando viento, siga soplando que mañana lo necesito.